Tambien es tu elección

Cada vez que escribo aclaro que no lo hago, hablando por todas las cuarentonas.

Normalmente lo hago desde mi experiencia y desde la experiencia de mujeres contemporáneas conmigo y muchas veces cercanas.

Como coach ontológico, me queda claro que una no debe decirle a nadie qué hacer, sino mostrarle a la otra persona la situación que vive, cómo le afecta y que decida si desea hacer algo para cambiarla o no. No soy psicólogo, por eso sencillamente como mujer puedo poner por escrito qué pienso y cómo lo resolví con la esperanza de descubrir que no soy la única que ha pasado por una situación y alguien más pueda tranquilamente identificarse conmigo o contarme cómo lo resolvió o lo ve también.




Hoy quiero escribir sobre un tema que sí, aún en los cuarentas, hay que hablarlo. 
Y lo traigo al blog porque recién conseguí una publicación de hace 2 años que me cae como anillo al dedo para hacerlo.

Tenemos años escuchando lo mismo: "Si un hombre no te llama, es porque no quiere llamarte. Si no te invita a salir, es porque no quiere verte".

Hay hasta una película con este tema, que seguramente más de alguna(o) no habrá visto con la excusa de que es película para mujeres adolescentes.

Si eres una de ellas aquí te dejo el inicio. La película en español se llama algo así como Simplemente No te quiere y aunque tiene el típico toque norteamericano, en el fondo hay mucho de verdad.

Lo cierto es que, sí, desde muy joven esas frases las hemos escuchado, y debo reconocer que en mis cuarentas, es que finalmente acepté, que son ciertas, casi siempre. 

Hey! No soy la única retardada, como yo hay muchas.

Algunas quizás lo entienden más jovenes pero, otras, que hemos crecido influenciadas por mi amado Disney, por las telenovelas, los ejemplos de nuestras familias y amigas, etc, etc, nos encanta dar oportunidades, por aquello ademas de "no ser tan radicales o exageradas".

En lo personal he visto mujeres y hombres que por no escuchar razones, por no ceder ante sus creencias, por no dar oportunidades, pierden la ocasión de poder formar o tener una bonita, efectiva y próspera relación de pareja.

Entonces, debe haber una fórmula de equilibrio para lograr ese punto medio entre, que no nos vean cara de idiotas ni tampoco ser como Doña Barbara.

Ya con 40 años o más, los hombres y mujeres solemos estar bastante ocupados en nuestras vidas. En Venezuela y sé que en otras partes del mundo también, estamos más ocupados por lo menos en susbsistir o salir adelante.

Hijos, trabajos, cuentas, compromisos económicos - sociales- familiares, alimentos, deportes, salud, estudios profesionales, etc... así o en orden aleatorio, son parte de las ocupaciones y preocupaciones típicas de esta edad. Entonces pasa que cuando no tienes en tu mapa una relación de pareja te das cuenta de que a veces te hace falta una.

Supongamos que el destino (para no caer en discusión de si saliste a buscarla o no), de pronto te pone en frente a una persona con la que crees podrías compartir parte de tu tiempo.

Entonces toca reajustar agendas. Esto seria lo ideal, no?

Pues bien aqui al parecer está un gran tropiezo: No todos creen que sea necesario reajustar la agenda. 

No! Muchos(as) son de la opinión de que el otro si quiere estar, si le das la bienvenida a tu ocupada vida, entonces debe ajustarse a esa agenda que ya tiene rato funcionando así.

Entonces quien llega a tu vida, DEBE entender que están todas esas ocupaciones y preocupaciones que no puede postergar para dedicarse a llamarte, salir, etc. 
Es decir, quiere tu compañia, pero DEBES entender que hay otras, prioridades.

Ok, está bien, no es fácil cambiar las agendas, pero yo pregunto, si en ella no había pareja y no estas dispuesta a modificarla, entonces para qué buscar a alguien que la altere?

Cierto que hay mujeres/hombres a las que este estilo de actitud les funciona, porque están igual de ocupados y concentrados que el otro, pero ¿qué sucede con aquellos que aún teniendo obligaciones y preocupaciones, saben y desean equilibrar espacios de convivencia y deciden que el otro no DEBE sino que PUEDE formar parte de su agenda diaria también? 

Sucede que usan algo que se llama comunicación, acuerdos y buscan la manera de en conjunto, lograrlo.

En este escrito de hace 2 años, hay otras frases interesantes: "Cuando un hombre/mujer quiere estar con uno, ESTA!! Así de fácil. Sin tantos enredos, sin tantas mentiras, sin tantas excusas. Cuando un hombre/mujer se derrite por ti, puede que le de miedo, claro que sí, pero lo enfrenta porque no va a arriesgarse a perderte."

Otro punto de revisión: querer!

Ese es otro verbo necesario de conjugar entre ambos. 
Querer, consentimiento entre las partes. 

Si Ud. quiere y el otro también, las cosas pueden darse. Incluso en la distancia. No es necesario vivir en la misma calle, ciudad o país para que una relación funcione (el "felices los cuatro" puede aplicar incluso a pocos kms de distancia) pero si es necesario que haya voluntad de parte y parte. 

Se abren las agendas, los espacios, se hacen los acuerdos y se fluye...es como todo en la vida, un tema de disciplina y voluntad.

Y si de pronto uno de los dos se da cuenta de que se equivocaron y que la relación no va a funcionar, entonces sería mejor querer hablar del tema y cerrar, porque todos somos humanos y es mejor ser honestos que dejar que "las cosas caigan por su propio peso".

Y es que algunas cosas caen solas, pero en temas de sentimientos y emociones es educado y justo tener las conversaciones que sean necesarias para poner las cosas en su lugar sin que el otro deba leer entre lineas o interpretar.

Es verdad inevitable que a esta edad normalmente tenemos muchos compromisos que asumir pero seamos honestos, si tenemos tantos, uno más que sea bien acordado, asumido, conversado y sobre todo deseado, no debería ser un problema.

Claro que en ningún momento he hecho referencia a esas personas que una vez que se ponen en una relación de pareja, necesitan saber del otro todo el día. 

Desde el comienzo del post he utilizado el equilibrio y los acuerdos como base, porque ciertamente si eres de aquellos que solo vive esperando la llamada, la salida, el mensaje etc. del otro, seguramente este post no te hace mucho sentido.

Hay un punto que dejé para el final que es normalmente el que más atenta contra cualquier relación, incluso en la relación contigo misma(o): la autoestima.

Ya lo escribe Walter Riso en su libro Aprendiendo a quererse a si mismo: "hemos sido educados en una cultura que predica el amor hacia los demás y condena el amor propio, olvidando que el prerrequisito para querer a otra persona es que cada uno se quiera a sí mismo"

La autoestima forma parte de ese equilibrio para saber en qué punto puedes decidir si alguien que está muy ocupado, tiene miedo o no ha aprendido a manejar su agenda, puede seguir teniendo oportunidades o no.

Hablar de autoestima es algo digno de un post particular.

No es necesario que te guies únicamente por lo que otros te dicen, lo necesario es que revises y autoevalues qué es lo que te hace estar en calma con respecto al comportamiento de los demás.

No se trata de que el otro solo te atienda cuando tenga un pequeño espacio disponible si esto no te hace sentir bien. 
Si puedes estar tranquila así, pues disfrutalo, sino puedes, entiende que no es adecuado entonces para ti. 

Se trata de que tú te sientas bien y que la otra persona comparta esa sensación de bienestar contigo. 

Tampoco la idea es obligar al otro a que se adapte a tu estilo y conveniencia.

No tiene nada de malo y no pasa nada, si al final no coinciden en lo que ambos desean y pueden dar. 

Comenzar a salir con alguien sobre todo en los cuarenta, no es sencillo, cada quien viene con su maleta cargada de experiencias, situaciones, creencias, vivencias.

El reto es llegar aquí convencida (o) de que eres alguien que merece cosas y personas buenas para ti y que aún cuando cueste conseguirlas, son posibles y llegarán.

No todos los hombres ni todas las mujeres son iguales, ni estan cortados por la misma tijera, aunque a muchos aún les sea imposible de creer.

Sino te llama a pesar de los acuerdos, sino te busca a pesar de eso, no es necesario justificarlo por mucho tiempo, si a pesar de las oportunidades y peticiones, no hay respuesta, toma tu decisión, en el momento que consideres adecuado, porque al final lo que se quede o se vaya de tu vida, también es tu elección.










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