Un gracias a Cerati
En español, crecí entre la música y letras de autores que casi siempre coqueteaban descaradamente con coherencia los temas de romance.
Lo más cercano al rock en mi idioma, para mi, eran bandas como (por nombrar a algunas): La Unión, Los fabulosos cadillacs, Los Enanitos Verdes y de solistas Miguel Mateo, Miguel Rios, Charly Garcia (tanto así que el disco "Parte de la Religión" se volvió uno de mis favoritos hasta que literalmente lo rayé, escuchando "Buscando un símbolo de paz") pero de Soda Stereo y luego Cerati, las letras, era algo que no...conmigo no.
Tenían música que al parecer era interesante, pero que a mi nunca me "llamó" la atención, nunca hicimos click.
Después, con el tiempo, escuchaba en las fiestas, en los mix musicales de la celebración de la hora loca, extractos del tema "de música ligera" y claro, como el resto de la gente, la cantaba a garganta viva mientras bailaba, pero sinceramente mi relación con Gustavo llegaba hasta allí.
Cierto que el tiempo te va brindando oportunidades de aprender, de entender, porque a veces en el colectivo quedan grabadas personas, canciones o situaciones que si bien para ti no significaban nada, para otros se volvían sinónimo de inmortalidad.
Supe de él siempre: la separación de Soda, su trabajo como solista, pero hasta allí.
Cuando en 2010, leí que venia a Caracas y algunas de mis amistades movieron cielo y tierra para ir a verlo, comencé a entender que entre muchos de ellos existía una especie de idolatría, casi culto, desarrollado por años, que les unía aun sin conocerse, y cuyo único fin era tararear en vivo junto a él, sus canciones como solista y de la época de Soda Stereo.
Lo dejé pasar, creí que solo era nostalgia por una adolescencia que ya hace rato habíamos perdido, hasta que de pronto ese domingo, apareció en las redes, la noticia de su accidente cerebro vascular.
Allí mi empatía con sus seguidores, muchos de ellos mis amigos, fue total.
Saber que sufre tu ídolo, no es fácil y ver el sentimiento con el que muchos entonaban sus temas durante este largo trance, me hizo realmente arrugar el corazón.
Lo demás es historia: su traslado, su permanencia en coma durante 4 años y el desenlace un 04 de septiembre, hace hoy 4 años.
Este año, tuve la oportunidad maravillosa de ser testigo cercano del proceso de construir y dar vida a un espectáculo en honor a él, en Caracas, con un equipo talentoso, profesional y con mística de trabajo increíbles.
Confieso que llegué allí, igual a como describí al principio de este post: con conocimiento de algunos temas, pero nada más.
Sin embargo la calidad y veteranía de cada uno de los miembros de ese equipo musical, que investigaron, indagaron y estudiaron temas de Gustavo, para finalmente seleccionar alguno y montarse en el escenario a cantarlo, rindiendo tributo a él y a sus fanáticos, me permitió entender por qué levanta tanta pasión.
Entonces comprendí que quizás me había perdido de mucho, musicalmente hablando.
Es maravilloso, poder escuchar a alguien que escribe para invitarte a Usar el amor Como un puente; que advierte que casi siempre en el amor es mejor ir despacio, para encontrarnos y lograr que las cosas vayan fluyendo, porque cuando eso sucede puedes convertirte en el paisaje más soñado.
Descubrir tanta sensibilidad en alguien que escribió para reflejar cómo suena afrontar un cáncer terminal, una de las noticias más terribles que puedes recibir de un ser amado, recordándonos que al final y en esos momentos, no hay nada mejor que estar en casa y tener un Té para tres...
Gustavo escribió para recordarte que aunque hoy sufras, del mismo dolor vendrá un nuevo amanecer y que cuando asi lo entiendes, te das cuenta que poder decir adiós es crecer y si logras separarte de la especie, del común, por algo superior, no es soberbia, es amor.
Poco a poco, despacio, como muchas veces él mismo sugiere, voy encontrando sentido a sus letras, a sus frases a veces un poco sueltas, y para mí casi siempre proféticas, incluso sobre su destino final, en Caracas la ciudad de la furia.
Si te sientas y escuchas, logras entender que Gustavo vino y estuvo aquí, para dejar huella en mucha gente, estuvo para decir a quien supiera escucharlo estando presente, o como ahora físicamente ausente, que la vida esta llena de mensajes y acordes, que la vida tiene sentido, un propósito y un significado pero sobre todo que la vida es fluir, y que hay mucho valor en sentir amor.
Aún le debo ser su fan, lo siento, aún lo debo...
Pero sigo escuchando su música, sigo aprendiendo su lenguaje, porque sé que no es tarde para sentir algo que nunca sentiste.
#cerati #ceraiinfinito #musica #sodastereo
Me encanto!
ResponderBorrarGracias por leerlo y decirlo. A mí me encanta el viaje de descubrimiento que de su música estoy haciendo!
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